¡Feliz Navidad!
Ya que hoy es un día tan especial, incluso si no os gustan estas festividades, he querido dejaros como regalo un pequeño relato que espero que os guste. Y no olvidéis que lo que hace tan especial estos días no son los regalos ni los adornos, sino nuestra propia actitud y deseo de hacer que sean especiales para los que nos rodean.
Que disfrutéis de estos días.
Que disfrutéis de estos días.
"Muy pronto, el vínculo se
debilitará hasta el extremo en que nos volveremos dos extraños: indiferentes,
separados, obviados. Y mi corazón olvidará tu canto."
Y, en efecto, tu canto se disipó
al fin con el viento otoñal de noviembre, arrastrando en la corriente las
miríadas de fragmentos en que tu presencia convirtió mi ser arrasado. Soy fiel
a la verdad cuando digo que nunca quise acabar de esta manera. Nunca quise
amarte tanto. Nunca quise que, incluso en el final, voláramos juntos, atrapados
y zarandeados por las fuertes ráfagas, lamentando estar rotos, y anhelando la
dispersión más incluso que el reposo para nuestros propios cuerpos derrotados.
Y es que olvidamos nuestros respectivos cantos, sí, mas no contamos con tener que recomponer todos nuestros pedazos.
-Fin-
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