miércoles, 5 de junio de 2013

115 Aniversario del Nacimiento de Federico garcía Lorca





Hoy quiero dedicarle esta entrada al grandísimo poeta y dramaturgo español Federico García Lorca (Fuentevaqueros, 5 de junio de 1898 - Víznar, 19 de agosto de 1936), quien nacía un día como hoy hace 115 años. Tranquilos, no os voy a poner su biografía completa ni nada por el estilo, ya que para eso podéis recurrir a vuestros libros de Lengua y Literatura del instituto o a cualquier página de Internet acerca de él. Simplemente, quiero rendirle homenaje recordando su nombre por lo que fue: Uno de los mejores escritores que ha dado España al mundo. Porque no hemos de olvidar a nuestros grandes. Y, aunque, recordando las palabras de uno de mis profesores de Literatura más carismáticos, probablemente Lorca no hubiese alcanzado la fama que tiene hoy día si no hubiese sido asesinado por el bando Nacional en la Guerra Civil, no me cabe duda de que habría destacado igualmente debido a sus magníficas composiciones.


Y, para recordarle, aquí os dejo uno de sus poemas más estremecedores y que más me gustan, el cual se encuentra en su colección Romancero Gitano:

El Romance de la Luna, Luna

La luna vino a la fragua 
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.

En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón 
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye, luna, luna, luna,
ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises,
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas 
y los ojos entornados.

Cómo canta la zumaya,
¡ay cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

Federico García Lorca