domingo, 13 de junio de 2021

Los papeles de la soledad

 

 

Los papeles de la soledad

Demasiado tiempo libre

cuando no tienes nada que hacer

ni nadie con quien compartir

esa tarde de sábado que se alarga

insoportablemente

y repta como una boa que te asfixia,

y boqueas,

y luchas,

y te espantas.

 

Buscas auxilio frenéticamente

escribiendo en servilletas de cafetería

palabras desesperadas.

Ya sabes que nadie va a leerlas.

Ya das por perdida la batalla.

Tus armas son patéticas e inútiles.

 

La boa te constriñe el cuello

y no te suelta,

por muchos versos que inventes,

por mucho lamento silente

que alumbres.

Ninguna servilleta de papel

va a acabar con las horas de soledad

que te despojan del aire.

 

Te aterran la agonía del tedio

y la futilidad de idear actividades

con que matar los minutos

para sentirte menos sola.

 

La alegría del estío estalla y reverbera

en la muchedumbre de la calle

y en las mesas cercanas.

Disfrutan a borbotones del momento,

pero a ti la vida no te echa en falta.

 

El oxígeno se extingue.

Te apagas.

 

Y, en el final, tus ojos de vidrio

reflejarán el ocaso tardío tan tardío de verano,

transparentes y huecos,

incapaces de sobrevivir a la

estrangulación del tiempo que pasa

sin compañía,

sin vida.

 

Sin esperanza.