jueves, 29 de septiembre de 2011

El Réquiem de la Estrella Polar

Un nuevo poema.
Espero que os guste ^^




El Réquiem de la Estrella Polar

Y yo duermo tranquila,
Pues sé que la sangre de mis heridas
Descansa en el fondo de tus labios.

Y entre las doce y la una,
Lloraré por tu canción de cuna,
Que lentamente se desnuda
Entre mis brazos…

Y te imaginaré en la Luna
Inundado en su belleza pura,
Rompiéndote en pedazos.

No quisimos pararnos a pensar
En que la calidez de tus mejillas
Se diluiría entre mi piel
Congelándose como la hiel.

Al despuntar la cola del alba
Las palomas me desvelaron el secreto.
Tristes palabras que sonaron a destrucción
Y desconsuelo.

“Sería mejor no haber cruzado,
No deberíais haber chocado,
Vuestras miradas sin hacer contacto.
No deberías haberte enamorado.”

Ahora serás mi Estrella Polar,
Que, en mis noches de insomnio,
Fría y en silencio latirá
Guiándome sobre el planeta del odio.

“Prefiero atesorar tu recuerdo borroso
En la brisa melancólica de otoño,
Antes que pretender siquiera
Que jamás he visto tu rostro.”

Y ahora duermo tranquila,
Mecida por tu réquiem de cuna,
Arropándome en su cadencia
Tierna y oscura.

By: Kµ®£Nåi

domingo, 11 de septiembre de 2011

El Corazón Extraviado

Por primera vez, os traigo un pequeño relato que he escrito hoy, es decir, está recién salido del horno. ¿Sabéis lo que me lo ha inspirado? Un libro. Y de ese libro mi mente inventó una frase, y de esa frase surgió todo un torrente de palabras que son las que han dado forma a este relato.
Espero que os guste ^^
Podéis comentar vuestras opiniones, sean cuáles sean, ya lo sabéis.


El Corazón Extraviado

He escondido mi corazón para que no puedas oírlo cantar. He escondido mi corazón para que no puedas escuchar su canto. Ni el dolor, ni la decepción, ni el engaño percibirás en mi rostro. Tampoco la alegría ni el enfado retumbarán en mi pecho para que puedas escucharlos. Nadie sabrá cuál es mi ánimo. Será un secreto, un secreto sigiloso y perfecto. Será nuestro pacto y nuestro acuerdo: Yo te ocultaré en las profundidades de mi pecho, y tú cantarás tan suave que nadie se percatará de tus inconscientes anhelos.
Será nuestro secreto perfecto. El tuyo, mi corazón desolado, y el mío, la de mirada triste y lágrimas en blanco. Los dos salimos ganando.

La rueda del tiempo gira y con ella arrastra las estaciones y los años, que se deslizan como los granos de un reloj de arena, siempre lentos, aunque también rápidos.
¿Dónde está mi corazón? Lo he olvidado. Quiero encontrarlo. Pero ha dejado de cantar, se ha roto el hilo dorado que, a través del tortuoso laberinto de mi pecho, me permitiría hallarlo. He perdido mi corazón y no sé cómo recuperarlo.
De pronto el mundo no es negro ni gris. Es blanco. De un blanco mate, sin matices ni tonalidades. Monótono. Es un blanco que no hace daño a nadie. Y, a mis ojos opacos, el universo se envuelve una densa neblina que apacigua mis sentidos y los adormila. Es agradable, y, a pesar de que sé que me hundo en el vacío, en el infinito de unos sentimientos no alcanzados, me deslizo sin temor, arropada por la blancura, sucumbiendo a su encanto. Me aferro a la razón, pero siento que me falta algo. ¿Por qué…?
El amor. No puedo sentir amor. Veo que te sorprendes, te alteras. Tienes que comprenderlo: No puedo sentir nada si no escucho a mi corazón. ¿Me ayudarás a encontrarlo? Lo he extraviado.
Entiéndelo: Yo sólo quería escapar al dolor y, en la arriesgada apuesta, perdí mi corazón. No soy nada sin su melodía desafinada que me guiaba a través de las tormentas de sentimientos que en mí se desataban.
¿Te vas, o soy yo la que se aleja?
Lo siento. No me culpes. Tan sólo soy una cobarde que, en este juego cruel que es la vida, quiso huir, abandonar, y todo lo perdió, incluso su corazón.
<<No tengo corazón>> es la letanía que resuena en la médula de mis huesos, pero soy incapaz de sentir miedo. Ya no.
Me hundo. Me hundo. Me hundo sin remedio.
Adiós, a ti, que esperaste más de lo que yo podía darte. A ti, que no supiste entender mi insensibilidad y no quisiste ayudarme.
Adiós a este mundo caprichoso y cambiante, que desoyó mis súplicas, y no hizo nada por encontrarte.
Adiós…mi corazón. A ti, que tanto dolor me causaste. A ti, que sólo al perderte, me he dado cuenta de lo que vales. A ti, que no he sabido encontrarte.
Adiós.

By: Kµ®£Nåi

jueves, 8 de septiembre de 2011

Cita de Niyura de Jenny-Mai Nuyen

Hoy os traigo una cita de uno de mis libros favoritos: Niyura: La Corona de los Elfos de Jenny-Mai Nuyen, una historia preciosa, que os recomiendo leer a todos. El caso es que quiero escribir aquí la siguiente cita porque, aparte de que me encanta, mientras leía Delirium de Lauren Oliver, los siguientes versos no hacían más que venir a mi cabeza una y otra y otra vez... Por algo será. 



La vida no es un regalo.
Es fácil entregar tu corazón
a un amante equivocado.
Pero, ¿cómo conservar la razón?

No es una victoria el amor,
a veces te hiere, otras te ciega.
Pasas de la alegría al dolor,
de la bendición a la condena.

Lo que reside en el corazón,
eso que toda alma conoce,
eso que mi madre llamar amor,
tú lo sentirás esta noche...

(canción élfica)

Es preciosa, ¿no creéis?