miércoles, 25 de enero de 2017

Cuando las Luciérnagas Mueren




Cuando las Luciérnagas Mueren

Quiero grabar tu nombre en el cielo
y mi corazón, en tu garganta.

Dulce anhelo que se evapora
en un mar de palomas blancas,
y plumas,
y una chispa tibia
tratando de prender en algo, desesperada.

Cuando las luciérnagas mueren,
y sólo queda una, superviviente equivocada,
arrojando su ínfimo brillo
en este infinito océano de negrura
en el que ya no se refleja nada…

Cuando las luciérnagas mueren,
y en la tierra escarchada sólo crepitan
carcasas vacías y plumas mancilladas…
Sólo restan la renuncia y la centella congelada.

Una luciérnaga no está hecha
para amar a palomas blancas.
Una chispa de hiel no podrá jamás
prender cual si de yesca se tratara.


Cuando las luciérnagas mueren,
y sólo queda una, superviviente equivocada...

Yo quiero grabar tu nombre en el cielo
y mi corazón, en tu garganta.